A principios de los años noventa en Estados Unidos, en concreto en el Instituto Newton South de Massachusetts, el profesor Bob Parlin impulsó con ayuda de sus compañeros profesores lo que hoy en día se conoce como Gay-Straight Alliance (GSA) o Alianzas Gay-Hetero (AGH). El objetivo de este equipo de docentes era luchar contra la homofobia y la ocultación de sus estudiantes LGBTI a partir de un espacio en el que éstos pudieran vivir su sexualidad con libertad y, a su vez, integrar al resto de la comunidad fomentando la amistad y la comprensión de esta comunidad en la adolescencia. Su implantación ha tenido un gran éxito en el sistema educativo estadounidense hasta el punto en que han sido respaldadas por el tribunal federal o han traspasado fronteras dando el salto a muchos otros países del mundo (Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, etc.). Para más detalles de su historia puedes consultar el siguiente artículo:
"Newton South Gay/Straight Alliance" por Lorianne DiSabato (CC-by-nc-nd)
El principal objetivo de una AGH es ofrecer un lugar de encuentro seguro para la comunidad LGBTI en el centro educativo, pero no como un gueto aislado, sino como un grupo proactivo que busque la incorporación de otros estudiantes no-LGBTI y del resto de la comunidad educativa de manera que se sientan implicados y hagan de la tolerancia, aceptación e integración de este colectivo su cruzada personal en pos de los derechos humanos. Implica por tanto una asociación de toda la comunidad educativa, y en especial de los estudiantes, con el fin de promover la educación en la diversidad LGBTI y habiendo mostrado gran éxito y popularidad allá donde ha sido implantada una alianza.
Una vez establecida la AGH, éstas organizan actividades a favor de la inclusión para todo aquel que quiera participar, desde el ocio y el tiempo libre (cine, deportes, excursiones, bailes,...) a la educación en diversidad (formación para los profesores, charlas para padres, debates, pósteres, consultorio,...). Una AGH es el marco perfecto para plantear todas las actividades de inclusión planteadas en este blog y además fomenta otras competencias interesantes en los alumnos como la autonomía y la comunicación. En el siguiente enlace a una presentación, la asociación británica Schools Out UK detalla los beneficios de las AGH, el método para hacerlo en un centro de su país y algunas de las actividades que pueden llevarse a cabo.
Una de las medidas más destacables de las AGH es el llamado Day of Silence o Día del Silencio, celebrado el 15 de abril en Estados Unidos. Se trata de una iniciativa promulgada directamente por los estudiantes y los centros que se adhieren a ella en la que los estudiantes hacen voto de silencio por un día con el fin de comulgar con el silencio que un alumno LGBTI manifiesta cuando sufre acoso escolar y homofobia. El objetivo es fomentar la empatía hacia el colectivo y la denuncia contra el acosador y suele acompañarse de algún símbolo externo que confirme que el alumno está apoyando el acto, como una pulsera o una chapa en su ropa. A continuación podéis acceder al enlace a la página oficial del Día del Silencio:
Una vez expuestos los beneficios de las AGH y la labor social que cumplen en otros países, nos preguntamos por qué no han llegado al sistema educativo español. Sin embargo, pese a lo complejo de determinar las causas tras este hecho, me limitaré a plantear que fue un profesor junto con su equipo el que movilizó a toda una nación en pos de esta iniciativa. Por tanto, si los profesores nos concienciamos del papel que podemos jugar, las AGH podrán ser implantadas en nuestros centros al igual que ha ocurrido con otras medidas útiles anteriormente, como por ejemplo los equipos de mediación. No menospreciemos nuestro papel como motor de cambio y marquemos la diferencia en la práctica docente del día a día y así, tal vez más pronto que tarde, nuestro centro educativo tenga su propia Alianza Gay-Hetero impulsada con nuestra ayuda.